jueves, 15 de abril de 2010

Refrigeración






Aunque en los últimos años se ha mejorado mucho el tema del consumo de los ordenadores, la refrigeración de los ordenadores es un punto muy importante para su buen funcionamiento.

Hace aproximadamente dos décadas, los computadores tenían un tamaño descomunal, con lo que era imposible que cualquier usuario contara con un PC (del inglés Personal Computer) en su casa. Pero no solo por el tamaño del computador, sino por el sistema de refrigeración que necesitaban; pues estaban en enormes salas refrigeradas por debajo de diez grados centígrados. Hoy en día eso ha pasado a la historia por la mejora en el consumo y, por tanto, la menor emisión de calor que producen los componentes.

A pesar de dichas mejoras, lo ordenadores necesitan una buena refrigeración para un funcionamiento óptimo, por lo que existe un mercado completísimo en cuanto a sistemas de refrigeración. Básicamente podemos hablar de tres tipos de refrigeración: por aire, refrigeración líquida, y refrigeración pasiva. La refrigeración por aire es la más utilizada, seguida de la pasiva (que normalmente se encarga de la disipación del calor generado por los elementos menos “calientes”); la refrigeración por aire la conforman casi en su totalidad los ventiladores que tienen las torres (estructuras sobre las que montamos los componentes y que coloquialmente se denominan “cajas”), pero también existe un mercado para los más exigentes que cuenta, por ejemplo, con ventiladores de CPU más eficientes que los que vienen de fábrica. La refrigeración pasiva consta de disipadores de metal (aluminio o cobre) formadas por delgadas láminas de dicho metal para su mayor disipación. En cuanto a la refrigeración líquida he de decir que es la más extrema y que con ella se consiguen los mejores resultados de disipación de calor y, de esta manera, también de prestaciones y estabilidad del sistema; también es el sistema de refrigeración más complicado y costoso, pues ha de contar con un sistema eficiente que enfríe el líquido que refrigera los componentes, aunque también es el más silencioso.

La refrigeración de un PC es, por tanto, uno de los puntos más importantes a tener en cuenta a la hora de buscar un mayor rendimiento y para una mayor vida útil de los componentes, pues una CPU, por ejemplo, apenas aguantaría treinta segundos sin un disipador: se fundiría literalmente hablando.


Las ventajas de las fuentes lineales son una mejor regulación, velocidad y mejores características EMC. Por otra parte las conmutadas obtienen un mejor rendimiento, menor coste y tamaño.

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